La ONU conmemora cada 20 de junio el Día Mundial de las Personas Refugiadas, es decir, de aquéllas que, obligadas por la violencia, la persecución, por motivos políticos, étnicos o religiosos, entre otras causas, tienen que abandonar su hogar, su país, y marchar a otros territorios. En el mundo hay en torno a 65,6 millones de personas que se encuentran en esta situación, según Naciones Unidas.
Además de las noticias que nos llegan acerca de la llegada de migrantes en el Mediterráneo, existen poblaciones que viven en una casi permanente situación como refugiados. Es el caso del pueblo saharaui, asentado en campamentos de refugiados, en mitad del desierto argelino (en Tinduf), donde las temperaturas durante el día pueden llegar alcanzar los cincuenta grados.
¿Cuáles son las condiciones de los y las refugiados/as saharauis en Tinduf? ¿Y la de quienes están en los territorios ocupados por Marruecos?
Son ya cuarenta y tres años de resistencia en el exilio y el conflicto con Marruecos no se soluciona, ni tiene visos de resolución pacífica, por la intermediación de Naciones Unidas y la comunidad internacional.
A pesar del bloqueo informativo ejercido por Marruecos en torno a lo que acontece en el interior del Sáhara ocupado, la situación del pueblo saharaui continúa, tras muchos años de lucha, en un escenario constante de peligro por la vulneración sistemática de derechos humanos y los ataques que está sufriendo por parte de Marruecos. Aunque no suele acaparar espacio en los medios de comunicación convencionales, el pueblo saharaui lleva a cabo, durante años, la lucha por su dignidad, su respeto y su independencia.
Es el caso de Jaiduma Yumani, una activista saharaui por los derechos humanos que fue arrestada el 10 de diciembre de 2010, el día que precisamente se conmemoran los derechos humanos. El pasado mes de diciembre de 2017 Jaiduma Yumani estuvo en Badajoz y participó en una mesa redonda en la Facultad de Ciencias de la Documentación y la Comunicación de la Universidad de Extremadura, promovida por el Grupo de Movilidad Humana de la Coordinadora Extremeña de ONGD (CONGDEX) en la que participó la Federación Sáhara Extremadura (FEDESAEX) y organizada por la OCUD (Oficina de Cooperación Universitaria para el Desarrollo) de la UEx, en el marco de la Semana de los Derechos Humanos.
Desde la Asociación Extremeña de Comunicación Social (AECOS) y la Federación Sáhara Extremadura (FEDESAEX) aprovechamos la oportunidad para entrevistar a Jaiduma, que estuvo acompañada por Hameiduha Ahmed Mohamed, delegado saharaui para Extremadura designado por el Frente Polisario de la RASD (República Árabe Saharaui Democrática), quien actuó como traductor del árabe al castellano, y al que agradecemos también sus aportaciones.
Jaiduma Yumani: “La voluntad de la mujer saharaui es no flaquear, no tomar un respiro hasta que el Estado Saharaui no sea una realidad independiente”
José Manuel Rodríguez Pizarro (AECOS). Entrevista realizada en Badajoz el 18 de diciembre de 2017 y publicada el 20 de junio de 2018, Día Mundial de las Personas Refugiadas.
Muchas gracias, Jaiduma Yumani, por aceptar nuestra entrevista. ¿Nos podría contar con más exactitud cuándo y cómo tuvo lugar su detención por parte de las autoridades marroquíes?
Fui detenida el 10 de diciembre de 2010 después de los acontecimientos del campamento protesta Gdeim Izik, bautizado como “Dignidad” (para protestar en los alrededores de El Aaiún contra las malas condiciones de vida y la discriminación que sufre la población autóctona de la antigua provincia española). En aquellos días me dirigía a Argelia y después a Sudáfrica. Salí de la capital del Sáhara Occidental, El Aaiún, rumbo a Casablanca; allí tenía un vuelo para Argel a las siete y cuarto de la mañana pero, alrededor de las seis, en un puesto de control a la entrada del aeropuerto, fui rodeada por un grupo de personas. Querían entrevistarme a solas y me llevaron a unas oficinas, en la parte baja del aeropuerto. Les pregunté la razón y el porqué de todo el grupo que íbamos solo me investigaban a mí. El pretexto que me dieron fue un retraso en el vuelo, que no iba a salir a la hora indicada, pero yo les dije que aunque existiese ese retraso no tenían que separarme del resto de viajeros.
No me dieron más razones de mi retención y, cuando la gente salió en el vuelo a Argel, yo me quedé. Llegó la guardia y me llevaron a la oficina de la gendarmería. Allí me respondieron que mi detención obedecía a que había participado en los acontecimientos de Gdeim Izik, me retiraron el pasaporte y me dijeron que no podía viajar. A las dos de la tarde me devolvieron a El Aaiún, desde Casablanca me acompañaron dos vigilantes de la gendarmería. Me prohibieron hablar y contactar con nadie y desde la escalera del avión me llevaron directamente al cuartel de la guardia en El Aaiún, allí pasé la noche y encontré a una compañera que había pasado la noche anterior, que se llama Fatalla. Al día siguiente, a las nueve de la mañana, me llevaron a juicio y a las siete de la tarde ya habían dictado la sentencia. Fui trasladada a la cárcel. Las detenidas éramos seis mujeres, dos de las cuales han estado cuatro meses detenidas y otras dos hemos pasado un mes y veinte días en el penal.
¿Cómo fue el internamiento?
Francamente la tortura física no existió pero psicológicamente fue duro. Estaban limitados nuestros derechos, sin teléfono, encerradas las veinticuatro horas del día… y eso pasa factura a nivel psicológico.
En la sentencia de ese juicio sumarísimo, ¿de qué se le acusó?
El expediente en el que se basaron para encarcelarme decían que tenía contactos con grupos enemigos (las autoridades marroquíes se refieren al Frente Polisario) y que llevaba arma blanca pero son acusaciones falsas, es solo un pretexto para la detención.
Continúa habiendo activistas saharauis en cárceles marroquíes solo por defender la dignidad y el derecho a exigir la libertad e independencia del Sáhara, por reivindicar los derechos económicos, sociales y políticos para su pueblo. ¿Cómo son las condiciones en que se encuentran?
Lamentablemente todo el mundo está al tanto de que son condiciones infrahumanas. Basta con mirar las sentencias, algunos con cadena perpetua, otros con un mínimo de veinte o treinta años de condena; aparte de los daños psicológicos y el hecho de estar en prisiones lejanas de sus lugares de origen, de su familia… La mayoría son de El Aaiún y están en prisiones alejadas, del interior de Marruecos. Hay casos de personas que han hecho huelgas de hambre. Necesitan del apoyo y de la solidaridad internacional, esa solidaridad y ese apoyo puede aliviar no solo su sufrimiento sino también el de sus familias.
¿Cuáles son algunas otras violaciones de derechos humanos en el Sáhara, y que quizá tienen que ver con la cultura y la identidad del pueblo saharaui o la explotación de los recursos naturales del territorio?
Marruecos está constantemente violando los derechos fundamentales del pueblo saharaui. No hay respeto ni por cuestiones de género, ni por edad…, las autoridades marroquíes imponen su ley sin respetar nada ni a nadie. El único método que aplica Marruecos es el de la violencia y la tortura. Con respecto a la extracción ilegal de los recursos naturales del Sáhara, la comunidad internacional lo conoce, y sabe que es una extracción ilegal e inmoral, es un robo sin consentimiento del pueblo saharaui. Lo más lamentable es que algunas empresas europeas mantienen con todo esto un negocio, a pesar de las sentencias contrarias al respecto, del Tribunal de Justicia de la UE.
Cuando citamos recursos naturales del Sáhara, ¿de qué estamos hablando?
Minerales como el oro, la plata… la riqueza mineral también la explotan, igual que la tierra, la arena que se pone en las playas y para la construcción, aquí, en España. Todos sabemos que Marruecos no invadió el Sáhara por amor al Sáhara, lo hizo porque bajo el subsuelo se esconden grandes riquezas naturales. Lo están explotando y la gente no se puede imaginar la cantidad de expolio que están realizando; aparte, están a la vista los acuerdos pesqueros firmados entre el Reino de Marruecos y varios países de la Unión Europea. Sin olvidar la explotación permanente de los fosfatos. Hay otros muchos recursos que están siendo explotados y que los saharauis no conocen del todo. En mitad del desierto hay minas abiertas por Marruecos, de las que salen cada semana camiones llenos de minerales; sin embargo, la gente no es consciente de eso. Y cuando vamos a Europa y vamos al supermercado sabemos que muchas de las riquezas del mar saharaui se están vendiendo, por empresas de aquí.
¿Cuál es la situación de las personas que viven en El Aaiún, en los territorios ocupados, que podemos intuir que es muy difícil, de vigilancia permanente por parte de las autoridades marroquíes?
Con respecto a la parte del pueblo saharaui que vive bajo la ocupación marroquí, llevan una vida fuera de lo normal, excepcional. Hay un bloqueo permanente y una vigilancia por parte de las fuerzas de seguridad marroquíes. No se dispone de ninguno de los elementos jurídicos fundamentales: no pueden asociarse, expresarse libremente… Se carece de derechos fundamentales. Los saharauis tenemos prohibido referirnos a la autodeterminación, a la independencia…, son palabras prohibidas. Creemos que ha llegado la hora de que la comunidad internacional no mire para otro lado y señale con el dedo acusador al régimen marroquí para que terminen estas violaciones y para que el pueblo saharaui pueda ejercer su derecho, como el resto de pueblos del mundo.
Sabemos de la existencia de personas comprometidas con romper ese bloqueo informativo impuesto por Marruecos, a través de equipos de jóvenes, muchas de ellas mujeres, que salen para grabar esas violaciones de derechos humanos, que llevan incluso sus equipos debajo de las melfas. Y arriesgan su vida, su integridad, para denunciar lo que está ocurriendo en territorios ocupados como una forma de activismo y de denuncia, fuera, de lo que está ocurriendo allí. Nosotros somos una organización, llamada AECOS, que trabajamos, entre otros aspectos, todo lo que tiene que ver con la libertad y el derecho a la información, y nos resultaría muy interesante conocer algo más de cómo actúan estas jóvenes.
Quiero desde aquí saludar al grupo de Équipe Média por el papel que desempeñan para acabar con el bloqueo informativo y a todos los periodistas libres saharauis de la zona ocupada. Se trabaja en unas condiciones muy adversas. Ellas y ellos saben que su papel es importante para informar a la comunidad internacional de la realidad cotidiana del pueblo saharaui. No te puedo describir porque trabajan en unas condiciones difíciles, es casi una misión imposible y aun así corren continuos riesgos, poniendo sus vidas en peligro, para que el mundo se entere de la barbarie que comete Marruecos con el pueblo saharaui. Ese grupo necesita el apoyo de Europa, de España, que les echen una mano para que puedan desempeñar esa labor informativa. Por otra parte, también hay que protegerles, que se garantice el derecho a la información, que esas personas no acaben en la cárcel. Sé que a través del movimiento solidario saharaui, Équipe Média cuenta con vuestro apoyo y solidaridad. Y a través de ustedes, difundiendo, visibilizando, se puede ayudar a todos los equipos que trabajan la información en las zonas ocupadas. En la actualidad, es el arma que estamos empleando, la lucha por la información, por romper el bloque informativo.
En este punto de la entrevista, Hameiduha Ahmed Mohamed hace una vista al pasado y recuerda algunos de los hitos de las décadas de lucha del pueblo saharaui:
En 1975, después de los Acuerdos de Madrid y de que España abandonase el territorio, lo entregara a Marruecos y a Mauritania, se produce la invasión, por el norte, de Marruecos y, por el sur, de Mauritania. A la población saharaui no le quedó más remedio que recurrir al exilio. Nos instalamos en el desierto, luego fuimos perseguidos, bombardeados por la aviación marroquí y mucha gente murió. Después Argelia, viendo el extermino, abrió su frontera, en un gesto que le engrandece. Y allí se instaló la población civil, a finales de 1975, lo que hoy conocemos como los campamentos de refugiados saharauis de Tindouf.
Los primeros años fueron durísimos, difíciles, la gente venía con lo puesto. Argelia ofreció unas tiendas de campaña y la alimentación llegó para que la gente no muriese de hambre (si eso se puede llamar alimentación), para sobrevivir. Posteriormente el Frente Polisario desplegó una campaña diplomática para informar del genocidio y empezaron a trabajar los grandes organismos con la población, como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, la Unión Europea, el Programa Mundial de Alimentos, algunos países europeos… En medio de la nada, en el desierto, las y los saharauis construyeron hospitales, escuelas…
La gente se empezó a preparar, el pueblo se organizó y comenzó la contraofensiva, tanto en el plano político como en el militar. Esa contraofensiva trajo, dos años después, el primer resultado militar, la caída del régimen de Mauritania entonces existente. Se firmó la paz entre el Frente Polisario y Mauritania, que reconoció la República Árabe Saharaui Democrática.
No se puede comparar la población saharaui en los campamentos de Tinduf con la zona ocupada. En los campamentos se respira un aire de libertad pese a ser campamentos de refugiados. Entre los logros, el pueblo ha conseguido por ejemplo enviar, a países amigos, a jóvenes para cursar estudios como medicina, ingeniería, derecho, periodismo, economía… Por el contrario y en comparación, en la zona ocupada, la cantidad de graduados universitarios es ínfima.
En los campamentos se hizo una revolución de progreso, el papel de la mujer se activó, sus derechos constitucionales… y aún estamos en ello, en ese proceso transformador. Hemos avanzado pero esa mejora ha de centrarse en recuperar nuestra tierra, reconstruir nuestro país, tener relaciones de solidaridad y fraternidad con otros países vecinos colindantes, incluido Marruecos, etc.
Respecto al muro construido en el desierto, es uno de los más grandes del mundo. Poca gente ha hablado de él. El muro se construyó a principios de los años ochenta, cuando Marruecos sabía que no podía controlar al Frente Polisario. Marruecos no disponía de medios y en esa construcción participó Francia, Israel, Estados Unidos y me atrevería a decir que España. No solo divide geográficamente el Sáhara, también separa familias; y es lamentable que políticos españoles no haya criticado esta actitud de Marruecos. Son 2.700 km de un muro repleto de minas; hay más de siete millones de minas, sobre las que diversas organizaciones están trabajando (aquí la mujer está haciendo un gran papel desminando, en la parte que controla el Frenteo Polisario). Hoy en día, sigue muriendo gente y habiendo mutilaciones por las minas, hechos que no se visibilizan.
¿Qué papel está desempeñando la mujer en las zonas ocupadas? (Responde Jaiduma Yumani).
No hay duda de que el papel primordial en la resistencia lo está desempeñando la mujer. Para muestra, las fotografías que se ven por todo el mundo sobre la detención y tortura de mujeres. A través de esas imágenes que constantemente estamos viendo en los medios y en internet, se refleja la feroz represión y represión del régimen marroquí a la admirable resistencia de la mujer saharaui. Esto, sin embargo, va creciendo, la voluntad de la mujer saharaui no va a flaquear, no vamos a tomar un respiro hasta que el Estado Saharaui no sea una realidad independiente. Aunque Marruecos cambie o maniobre, nosotros y nosotras no nos vamos a alejar de mantener la antorcha por la libertad. La mujer está ahí, dispuesta a sacrificar lo más preciado, que es la vida, por el Sáhara.
¿Qué papel está desarrollando la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO)? Hay quien critica su tibieza y su falta de determinación para poder celebrar lo que desde hace décadas pide el pueblo saharaui: un referéndum que determine su futuro como Estado soberano. ¿Qué visión hay sobre esta Misión? (Responde Hameiduha Ahmed Mohamed).
El plan de paz se implantó en septiembre de 1991 con el objetivo de celebrar un referéndum y es un plan de Naciones Unidas y la Unión Africana que fue aceptado tanto por el Frente Saharaui como por el Reino de Marruecos. Cuando se confeccionó el cuerpo electoral, Marruecos sabía que tenía las de perder y no aceptó la base electoral. Marruecos pretendía inflar el censo, traer gente de otros territorios pero, en ese caso, no sería un referéndum del pueblo saharaui, sería otra cosa. Además, ante el mundo, Marruecos dice que el Sáhara es marroquí, entonces, ¿cuál es el temor para que decida el pueblo? Hay una hipocresía en las actuaciones de gran parte de la comunidad internacional, por ejemplo, en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde Francia tiene derecho de veto por ser uno de los cinco miembros permanentes. Si la comunidad internacional no presiona, si habla de los derechos humanos en otros países y se olvida del Sáhara, me parece todo esto muy poco creíble. El pueblo saharaui tendrá que tomar una decisión, o se celebra el referéndum o que dejen al pueblo volver a la lucha armada.
Los diferentes gobiernos españoles quizá no han actuado con la determinación que cabría esperar con el Sáhara puesto que España sigue siendo la potencia administrativa, el Sáhara ha sido una colonia española hasta 1975 y el proceso descolonizador no se produjo como estaba previsto. (Responde Hameiduha Ahmed Mohamed).
El acuerdo tripartito de Madrid no le exime de responsabilidad a España. En la década de los sesenta hubo un compromiso firme de celebrar un referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui para saber si querían ser españoles o independientes. Además, recuerdo que después, en 1976, vino Felipe González y dijo textualmente: “No vengo a prometeros nada, vengo a comprometerme con la historia, de que si algún día el Partido Socialista llegara al poder lo primero que hará será condenar los acuerdos tripartidos de Madrid, no vender más armas a Marruecos y reconocer al Frente Polisario como representante único y legitimo del pueblo saharaui”. Se les llena la boca cuando están en la oposición y cuando alcanzan el poder hacen todo lo contrario. Desgraciadamente esto es así.
¿Ves alguna solución para la resolución de este conflicto? ¿Algunas estrategias? (Responde Hameiduha Ahmed Mohamed).
Creo que la dirigencia saharaui quiso dar una oportunidad a la paz, con los acuerdos de paz de 1991, con la garantía de Naciones Unidas de que se iba a celebrar el referéndum. Luego se han ido sucediendo secretarios generales de la ONU y no se ha llevado a cabo; de hecho, Ban Ki-moon tuvo un choque con Marruecos por este tema. En la parte diplomática es verdad que las autoridades saharauis han tenido avances importantes, con citas y reuniones al mismo nivel entre el rey de Marruecos y el presidente de la RASD. Tengo la esperanza de que algún día el tema del Sáhara se resuelva de manera favorable. Ojalá la vía pacífica nos conduzca a ese camino deseado. De lo contrario, si la comunidad internacional no obliga a Marruecos, los saharauis no vamos a estar esperando eternamente en el desierto de Argelia. La juventud está presionando al gobierno, esto es insostenible e insoportable, no se puede aguantar por más tiempo.
Pese a la deuda histórica que posee el gobierno español con el Sáhara, Hameiduha Ahmed Mohamed afirma lo siguiente sobre la relación entre el pueblo español y el saharaui: “nosotros sabemos que estamos en el corazón de los españoles, a los saharauis nos consta el cariño y la admiración que nos profesa el pueblo español”, y un ejemplo de ello es el movimiento solidario saharaui que existe en España, que nos ayuda a romper el silencio mediático continuamente recordando la necesidad de dar respuesta a las demandas del pueblo saharaui.
Desde FEDESAEX (Federación Sáhara Extremadura) queremos aprovechar este día, el 20J, Día Mundial de las Personas Refugiadas para poner el foco y visibilizar una vez más que no podemos normalizar casi cuarenta y tres (43) años de exilio forzado y la condición de refugio en el que vive el pueblo saharaui en los campamentos en Tinduf, la precarización a la que se ven sometidas las miles de familias que sobreviven en los territorios liberados por la falta de recursos, infraestructura y aislamiento y la violación sistemática de los derechos humanos, expolio de los recursos naturales y permanente bloqueo que ejerce el gobierno marroquí en los territorios ocupados del Sáhara Occidental. Por todo ello se hace cada día más urgente que la comunidad internacional y el gobierno español tomen las decisiones pertinentes para la resolución del conflicto por la vía pacífica. #NoTeOlvides del #SaharaOccidental